Quizás, tal vez, puede ser

Quizás, tal vez, puede ser.
Fue un rato largo el que estuve mirándote
y tus movimientos decían siempre lo mismo.
Cuando hablás movés la cabeza de una manera particular
y mirás a los ojos,
siempre mirás fijo a los ojos.
Haces un gesto con las manos como diciendo: "y boeh".
En el momento que te acercaste a mi
hundiste tu cara entre la mía y mi cuello.
Jamás sentí proteger a nadie,
como te protegí esa tarde cuando te abracé.
Quizás, tal vez, puede ser.
Tu mente estaba dispersa,
tu alma distante
y tus manos sobre mi cuerpo.
Reivindicamos diálogos,
nos reímos de nosotros,
guardamos secretos.
Quizás, tal vez, puede ser.