Go away!

Esos días que no quiero que me hables. Andate, dejame en paz, no te acerques, no me toques, no me digas nada, no quiero verte nunca más. Pero avisame dónde vas a estar, qué es lo que vas a hacer, dónde te puedo encontrar, con quién vas a tomar un café por la mañana.
Cuando no nos vemos, ¿alguien te acompaña? ¿Alguien te pregunta cómo estas? ¿Hay alguien que se preocupe para saber qué es lo que necesitas? Ya sé que sólo yo puedo darte lo que necesitas, así como solo vos podes darme lo que necesito. Y otra vez ese ego sentimental de creernos el todo de alguien, de pensar que alguien es nuestro todo y todos sabemos que eso no es real.